Cuando era pequeña alguien cercano a mí me regaló un Balangandan.
– ¡Llévalo contigo que te dará suerte!
Era una cadena de plata con charms de distintas formas: pimientos, cuernos, una manito, un birimbao (instrumento musical utilizado en la Capoeira), amuletos….
Lo guardé con cariño, creo en la carga de “energía” de la persona que me lo dio con afecto, pensando en mí.
Desde siempre he creído que la “suerte” esta en uno mismo, en definitiva creo en la mirada positiva que uno le de a la vida.
Buscando el nombre para la firma me vino a la mente aquel Balangandan… Me “sonó” bien… Leí sobre su historia, sobre su significado y me terminó de atrapar.
Balangandan no es solo un regalo atado a recuerdos de mi niñez.
Brasil, Salvador de Bahía siglos XVIII y XIX. Época en que Portugal dominaba Brasil y la esclavitud era moneda corriente. Eran tiempos de abundancia en América. Los esclavos eran traídos de África para trabajar en los ingenios azucareros y en el cultivo de cacao y café.
Las mujeres africanas traían consigo, de su tierra natal, unos broches en las fajas de sus faldas. Estos broches eran de plata pura, unos ganchos como imperdibles llenos de dijes o charms a modo de amuletos. Era la manera de llevar consigo protección, fe e identidad.
Con la prosperidad en los cultivos vino la ostentación y la riqueza que hizo posible la entrega de numerosas joyas a las esclavas.
Los “amos” como premio a alguna acción, encargaban la confección de un nuevo dije para sus esclavas, agregándole valor a estas piezas.
Los orfebres brasileños tenían ayudantes esclavos que aportaron su talento y creencias a la confección de los Balangandanes.
En 1881 es abolida la esclavitud y muchas esclavas venden sus Balangandan para comprar finalmente su libertad… Lo que le confiere mayor fuerza a la historia de estas piezas.
El nombre de Balangandán viene del sonido que producían las mujeres que llevaban estas joyas al caminar.
Su valor no esta solo en el material con que eran hechos, sino en lo que significaba para quien los llevaba.
Balangandan resume magia, historia, fe y ganas de superación.